-“Bien, pues estos son los hechos: más del 80% de la pequeña comunidad quedó sepultada en un lodo espeso. Lo que el gobernador calificó como ‘algunas casas’ es casi todo el pueblo. ¡Ni siquiera son cuantificables las pérdidas! Las 17 muertes oficiales que reporta el gobernador están más cerca de las 60, según reportan los habitantes. Por fortuna no sucedió en la noche o las fatalidades hubieran sido peores. Muchos lograron resguardarse cerca una zona arbolada.” –comenta Alex.
-“¿Cómo conseguiste esta información?” –cuestiona Catalina.
-“Estuve ahí el fin de semana. Llevé varios garrafones de agua, medicinas y algunas cobijas que conseguí. La Cruz Roja enviará un cargamento pequeño en la semana. El ejército no se aparta.”
-“¿Qué más hace falta? –pregunta Benny
-“Desde mi punto de vista, que se vaya el gobernador, pero dudo que puedas ayudarles con eso Benny.” –contesta Alex. “La cantidad de lluvia fue brutal, efectivamente. Como dijeron los reportes meteorológicos, nada se podía hacer al respecto . Pero el problema no fue ese. Algo que no comentaron los noticieros es que a escasos kilómetros cuesta arriba, construyeron un campo de golf, obviamente con un fraccionamiento de lujo. La construcción se llevó hectáreas y hectáreas de árboles que no sólo sostenían el cerro que sepultó a Apotenco, sino que además sostenían la economía de muchas familias. El complejo no ayudó en nada a la comunidad de Apotenco o a alguna otra comunidad cercana.”
-“¿Y el campo de golf?” –pregunta Daniel
-“Impecable, por fortuna.” –Responde Alex en tono irónico.- “Podría jugarse un torneo internacional en este momento. Tiene un sistema de drenaje perfecto.”
-“¿Propiedad de quién?” –pregunta nuevamente Daniel
-“Entre los accionistas de la inmobiliaria resaltan algunos nombres que aparecen todos los días en los periódicos y otros con nuevas fortunas que no tenían sino hasta el sexenio anterior. Entre ellos, los Simón y algunos otros amigos cercanos. Evidentemente prestanombres.” -Comenta Alex mientras su fruncida frente gotea. Benny toma la muñeca de Alex y con trabajo abre su puño dejando caer la magullada cajetilla de cigarros de Daniel. Nadie cuestiona la fuente de información de Alex. Todo lo que comentan se acepta como un hecho.
-“El senador Macario Simón y el gober Seboso,” –apodado así por su asquerosa y enorme corpulencia- “gobernador del estado, son amigos de toda la vida. No me extraña. Ahora entiendo la relación. ¿Qué no está por ahí el rancho ‘La Ilusión’ del senador?”.
-“Un regalo de amigos.”-apunta Daniel mientras se balancea en dos patas de la silla con las manos en la nuca y los pies sobre la mesa.- “Algunos no tienen nada y estos detestables se regalan tierras con una facilidad increíble, ¡como si verdaderamente fueran de ellos! No hay como hacer caravana con un rancho de varios cientos de hectáreas”. Mira al techo lamentándose.
-“Lo peor es que el Fondo Estatal de Desastres Naturales no existe. Como juego de magia desapareció de un bolsillo y apareció en otro. El gober Seboso utilizó la nada despreciable cantidad de 67 millones de pesos para promover, junto con una empresa privada, un evento con el pretexto de acercar a los jóvenes universitarios con el sector productivo del país. La frivolidad del evento no aporta ni educación, ni trabajo a los jóvenes del estado. Sirvieron para elevar la imagen del gobernador a los niveles necesarios para convertirse en candidato presidencial. Así es que no existen recursos necesarios para apoyar la reconstrucción de Apotenco. La gente tendrá que esperar a que los recursos sean liberados directamente del gobierno federal.“ comenta Alex.
-“Algo así como la telenovela que patrocinamos los contribuyentes a través aquel otro gobernador, ¿no?” –le pregunta Daniel mientras dibuja en una servilleta las máscaras de la comedia y la tragedia.
-“Precisamente. En fin, la asignación de los recursos podría llevar meses…” contesta Alex intentando desdoblar la cajetilla de cigarros. “Pero yo quitaría la máscara de la comedia de tu dibujo.”
-“Podría tardar lo suficiente como para que otro evento, desastre o incidente mueva el reflector y nunca se reconstruya.” Contesta Benny.
-“Apotenco, el pueblo mágico. Desapareció de un día para otro.”- apunta Catalina mientras se para de la mesa.
-“Bien, ¿empezamos a ordenar las ideas? La noche va a ser larga.” – finaliza Benny.
Referncias / #Recordación
Angangeo, Febrero 2010: http://mexico.cnn.com/nacional/2010/02/10/el-municipio-michoacano-de-angangueo-desaparece-tras-inundaciones
Aportaciones de promoción para el gobierno: http://impreso.milenio.com/node/8003277
Derechos Reservados© Rodrigo Llop 2010
Comentarios
Puedes seguir esta conversación suscribiéndote a la fuente de comentarios de esta entrada.